BOLAS TAILANDESAS
Si no utilizo el cepillo de dientes de mi pareja ¿qué te hace pensar que voy a comprarme unas bolas tailandesas usadas por una desconocida?
Esto es como llegar a un hotel y encontrarse la cama deshecha y las toallas todavía húmedas hechas un rebullo.
O peor aún, limpiarte el hojaldre con un rollo de papel mojado.
Categories: Ventas picantes